Hemos vuelto a realizar un riego de supervivencia en la 3ª zona de reforestación. La tasa de supervivencia es bastante elevada, gracias a este tipo de riego y también a la profundidad de los hoyos de cada plantación. Dicha profundidad permite retener bastante agua y en cierta medida proteger de los vientos tan fuertes de esta zona.
Cada hoyo se ha llevado 3 garrafas de 25 litros cada una. Hemos desplazado cerca de 150 garrafas entre los voluntarios de Morus alba, nuestros árboles lo han agradecido y de paso nos hemos ahorrado varias sesiones de gimnasio.
¡Verde que te quiero verde!